Equilibrio entre desarrollo personal y profesional: 7 Consejos para que lo consigas
En una economía tan grande, compleja y globalizada como la actual, y unos objetivos, horarios y ritmos laborales tan exigentes, resulta casi imposible mantener un equilibrio adecuado entre la vida personal y profesional. Ambas cosas son completamente diferentes entre sí y si chocan en algún momento la situación puede volverse difícil de llevar y finalmente, muy perjudicial para cualquier persona.
A medida que envejecemos, lo normal es que las responsabilidades profesionales y personales aumenten, a veces demasiado rápido para aprender a gestionarlas, por lo que mantener un sólido equilibrio entre el trabajo y la vida personal puede volverse cada vez más complicado.
Aquí es fundamental que recordemos 2 premisas: no vivimos para trabajar, trabajamos para vivir, y que tener éxito no se reduce únicamente a lo profesional, sino que hace referencia a distintos aspectos de la vida.
Por esto, mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha convertido en algo crucial, especialmente para las familias o individuos que están encontrando dificultades para dedicarse tiempo a sí mismos o compartir su tiempo con sus seres cercanos o queridos.
Para que puedas mantener todos los aspectos de tu vida en funcionamiento, compaginar tu vida personal y profesional, y te enfoques en aquello que más necesites, aquí te dejamos 7 prácticas que te serán de mucha ayuda. ¡Vamos allá!
1. Establece ciertos límites entre la vida personal y profesional
Con el continuo y reciente desarrollo de las tecnologías, todo el mundo tiene fácil acceso a todo a cada momento. Cuando pasas tiempo con tus amigos y familiares, es tentador para todos atender llamadas de trabajo u ojear los correos electrónicos. En estos casos, es importante poner el foco en la desconexión: no asumir responsabilidades laborales cuando estamos disfrutando de nuestro tiempo libre.
2. Aprende a decir NO
Hay casos en los que los compañeros de trabajo necesitan nuestro apoyo, ya sea personal o profesional, y nos exigen o reclaman tiempo que teníamos pensado dedicar a nuestra vida personal. En algunos casos merecerá la pena decirles que NO. Sopesa si atender a esa persona compensará restar tiempo a tu entorno más cercano. Para esto, hay que ordenar las prioridades personales y una vez hecho, practicar el hábito de decir NO, la vida personal se verá fuertemente recompensada y con ello el bienestar emocional.
3. Analiza en qué estás invirtiendo tu tiempo
Piensa en cómo estás empleando realmente tu tiempo. ¿Qué parte del día dedicas a trabajar con clientes? ¿Ingresando datos? ¿Comprobando correos electrónicos? Sacar el máximo partido a tu tiempo significa emplearlo de la forma más útil posible, y es difícil sacarle el máximo partido si no sabes cuánto tiempo estás empleando en qué.
Tu tiempo tiene valor para tí, tu empresa y tus seres queridos, así que es importante reflexionar sobre el uso que le estás dando para aprovecharlo de la mejor forma posible.
4. Piensa en algo más que en el tiempo
Hacer un seguimiento de las horas que pasas en el trabajo y en casa puede llevarte a pensar que equilibrar tu vida profesional y personal no es más que un juego de números. Sin embargo, lo cierto es que estar físicamente en un lugar no es lo mismo que “estar“ realmente allí. Todos hemos llegado a casa agotados tras un duro día de trabajo y todos hemos llegado al trabajo distraídos tras una noche agotadora.
Conseguir el equilibrio adecuado significa gastar tu energía y tu tiempo de la forma más conveniente en cada sitio que te encuentres. De poco sirve que acudas al trabajo o a una reunión familiar desconcentrado o agotado.
5. Conoce los horarios de los que te rodean
Determinar tu propio horario es sólo la mitad de la batalla. Para sacar el máximo partido a tu tiempo personal y profesional, tienes que saber qué hacen los que te rodean. Diseñar tu horario sin conocer el horario de los demás significa, en última instancia, que vas a tener conflictos con los horarios de tus compañeros de trabajo, amigos y familiares.
La conciliación de la vida laboral y familiar no consiste sólo en dedicar un número de horas «adecuado» a cada faceta de tu vida. También consiste en estar presente en los momentos clave.
6. Construye una red de apoyo
La ayuda de familiares, amigos, mentores y compañeros puede ser altamente beneficiosa para lograr y mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de una manera saludable. Coméntales tu situación, trasládales tus sentimientos, emociones, tu lucha y objetivos en definitiva. Rodearse de personas que te animan es un foco de motivación, energía y perspectiva.
7. Practica el cuidado personal
El cuidado personal es una parte esencial para lograr y mantener el equilibrio en uno mismo, y puede ayudar a evitar la autocrítica. Tomarse un tiempo diario para realizar ejercicio o descansar, restaura los niveles de energía, reduce el estrés y mejora la productividad. El cuidado personal puede adoptar muchas formas, como meditación, ejercicio, sueño, alimentación o respiración profunda
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